Cielo nocturno,
tan vacío como el negro de mis pupilas,
y tan lleno como la infinidad del mar.
Desde y para siempre cubres todos los sueños;
los que han sido, los que son y los que serán.

Lo que no eres
es lo que te hace ser;
eres belleza espectral,
el contraste entre lo perfecto y lo irreal.

Estás ahí inquieto
pero al mismo tiempo
te mueves en cada corazón,
existes en cada pensamiento.

Eres la madre de la ideonidad,
la punta arisca de los sueños
que suben hasta donde anida tu cuna.

Muchos anhelaron alcanzarte
y solo rozaron la superficie.
Otros hicieron de ti
una habitacion personal.

Eres un mundo en cada cabeza
y existes en mil realidades.