Os dejo un Extracto del libro, por si os pica la curiosidad! ^^
El coche giró hacia la izquierda adentrándose en un pinar bastante extenso. Los pinos aquellos eran altos, parecía casi un bosque típico de las películas, la carretera no estaba en mal estado, de vez en cuando se veía algún coche volcado o estrellado con alguno de los pinos del lateral del camino. El sol se filtraba poco allí, lo suficiente para permitirles ver sin tener que encender las luces del coche. En el centro de la carretera se encontraron a dos zombis agachados, de espaldas al vehículo, se echaban las manos a la boca, como si estuviesen comiendo algo.
John: ¿Qué hacemos?
Fran: ¿No puedes rodearlos?
John: No, me saldría de la carretera y hay un buen hueco entre ésta y el arcén.
Lolo: Pues píllalos, total así nos los quitamos de encima.
John: Pero podría cargarme el coche, y es mucho más importante mantenerlo en buen estado que matar a dos de ellos.
Fran: Bueno, para aquí, me bajo, los mato y continuamos, ¿os parece?
Jose: Ten cuidado.
Fran: Si, si, tranquilo, solo son dos.
El coche frenó a unos 20 metros de aquellos zombis, Fran abrió la puerta despacio, intentando no hacer ningún ruido, en cuanto bajó del coche se temió lo peor.
Fran había caído en la cuenta de que el aire corría hacia los zombis, por tanto tardarían segundos en olerle y atacarle, entonces sin pensar más en el ruido, cogió el rifle y lo cargó, bastaron dos segundos para que aquellos zombis dejasen lo que estaban mordiendo y se girasen hacia Fran. Se levantó primero uno de ellos, solo tenía uno de los brazos, el izquierdo, que levantó en la dirección de Fran, tenía ropa de campesino con una camisa verde hecha harapos, la otra era una mujer, o lo que quedaba de ella, con un vestido azul y blanco repleto de sangre seca. Fran apuntó a la cabeza del hombre, justo cuando iba a apretar el gatillo un grito gutural se escuchó por todo el bosque, seguido de un sonido muy leve que crecía de ramas secas siendo pisadas a toda velocidad, antes de que pudiese reaccionar entre los árboles del bosque Fran logró distinguir formas muy veloces, más que las gacelas huyendo de los leones que veía en los documentales, algunas de esas formas saltaban y se impulsaban en los árboles.
Pasaron unos diez segundos después de aquel grito y Fran miró a los zombis de la carretera, actuaban de modo extraño, miraban hacía el lugar donde procedía aquel sonido, y como si tuviesen terror, retrocedían con movimientos erráticos, como si quisiesen salir corriendo de aquel lugar.
Fran observó el comportamiento de aquellos zombis, habían pasado absolutamente de él y estaban retrocediendo hacia la izquierda de la carretera.
John: Fran, esto no me gusta, sube al coche.
Fran continuaba observando a aquellos dos seres, la voz de John sonaba como un eco en su cabeza, no escuchaba bien lo que decía, sabía que hablaba con él pero estaba pendiente de aquella reacción tan extraña. John volvió a decírselo y Fran si se enteró esta vez, pero justo antes de que reaccionara, de la parte derecha de la carretera saltaron hacía los zombis unos “hombres” con la piel pálida, no saltaron de cualquier modo, parecían depredadores abalanzándose sobre sus presas, llegaron desde los árboles de la derecha hasta la izquierda de la carretera sin tocar el suelo, con un salto de unos tres metros de altura. Todos se asustaron al ver aquello, Fran entró rápidamente en el coche y cerró la puerta, más de esos pálidos llegaron y se abalanzaron sobre aquellos dos zombis, mordiéndoles y tirando de sus extremidades hasta separarlas de sus cuerpos, fuesen lo que fuesen, no eran humanos, de hecho parecían otro tipo de infectados. Llevaban los pedazos de aquellos zombis de nuevo al lugar del que venían, solo un par de esos pálidos se quedaron en la carretera, masticando las sobras.
John arrancó el coche, aquellos pálidos se movían muy rápido, masticaban y movían la cabeza como si estuviesen a cámara rápida, aquello les hacía aún más terroríficos. Cuando John comenzó a dar marcha atrás, uno de ellos pero en seco de masticar, se giró hacia el coche que estaba a unos 20 metros, comenzó de nuevo a mover la cabeza rápidamente, como si temblase, cogió carrerilla en unos tres pasos mientras gritaba de forma similar al grito gutural que habían escuchado antes y de un par de saltos se colocó en el morro del coche.
Fran: ¿¡Pero qué coño!? ¡Quítatelo de encima!
John: ¡Eso intento! Decía mientras daba bandazos con el coche de un lado hacía otro, mientras aquel pálido se mantenía encima agarrado al coche y arañando la luna de este.
Lolo: ¿¡Ha saltado más de 10 metros!? ¡Mierda, mierda, mierda!
En uno de los bandazos, John consiguió deshacerse de aquel pálido, dejándolo caer en la carretera, pero justo cuando había caído y había despejado la visión delantera, vieron como el otro corría hacía el coche, utilizando las manos y las piernas, como si de un felino se tratase. John aceleró, aquello era demasiado rápido como para escapar de él marcha atrás, quizá no sería tan resistente si le daba un buen topetazo.
John: ¡Agarrarse! Pisó el acelerador a fondo, las ruedas chirriaban en el asfalto y comenzó a acelerar de forma brusca.
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Tema: Sevilla en Ruinas 
